26 mayo 2006

Diario de un borracho

Por: Enrikín.

Querido diario:

No sé cuándo ni cómo llegué a esta fábrica de borrachos. Llevo unos tres pipeños y algunas cervezas en el cuerpo. Veo que hay amigos, gente conocida y parece que la conversación está buena. Siento que estoy bien en general, pero debo ir a mear. Voy.

El baño tiene un fuerte olor a amoníaco. Me bajo el cierre del pantalón y me dispongo a eliminar el maldito líquido que me tortura le vejiga. Espero y no sale nada, hago un pequeño esfuerzo y... ¡horror! Se me viene un maldito mojón.

El baño es asqueroso, no hay donde poder hacer una cagada como la que se me viene. Busco algún papel en los bolsillos. Nada.

Debo pensar rápido. Con el cuerpo alcoholizado eso no es fácil. Decido que debo irme, vivo cerca y un taxi me podría salvar.

Salgo del lugar, trato de orientarme. No sé donde estoy, pero sé que cerca de mi cubil. Hago señas a vehículos que creo son taxis. Hasta que uno compra y para. Le digo las coordenadas de mi pocilga al conductor y él me empieza a conversar. Lo escucho, pero no le pongo atención, sólo pienso en el maldito mojón que asoma la nariz.

Siento estertores en la guata y el culo... trato de sujetar lo que se viene. El pobre taxista sigue hablando y yo aprieto la raja.

Veo un semáforo conocido y trato de aguantar... cada minuto es una eternidad. El vendaval de mierda se viene sin asco.

Comienzo a buscar la plata para pagarle al güeón que sigue conversando. La mierda está tocando la tela del calzoncillo, al menos eso es lo que siento ¡Diablos, se viene!

Pago, me bajo, corro a la puerta y entro... los ascensores ocupados, sigo apretando.

¡Maldita ley de murphy! Se acerca una chica linda y yo estoy borracho y que me cago.

Subimos al maldito ascensor. Me hago el güeón y sigo apretando, pero se filtra un débil y silencioso gas. Ella va al 17 y yo al 14... siento el asqueroso olor. Ella igual, pero se hace la loca. Aunque su rostro acusa recibo y yo estoy mirando el piso.

Llego a mi puerta, abro y me bajo los pantalones. Camino la water, me siento y... ¡conchadesumadre! Sale un largo peo. Ruidoso y hediondo... luego caen dos pedacitos de caca insignificantes, siento alivio y estoy sobrio.

Mejor me voy a acostar.

N. del E.: Cualquier coincidencia con la realidad es producto de sus imaginativas mentes queridos lectores.

18 mayo 2006

Otras versiones de -Estoy que me cago-

Por: Anónimo.

Cuando vayan al baño y crean que deben anunciarlo, no sean güeones.
A continuación, unas versiones mas delicadas del clásico "Me estoy re-cagando, ya vuelvo":

* Voy a evacuar una duda.
* Voy a soplar la vela, antes de que se me caiga la torta.
* Voy a sacarme un peso de encima.
* Voy a plantar un pino.
* Voy a despedir un amigo del sur.
* Voy a hacer un barrito.
* Voy a liberar a Willy.
* Voy a tirar la basura.
* Voy a echar al pensionista.
* Voy a manchar la loza.
* Voy a echar una boya.
* Voy a echar un topo al remolino.
* Voy a hacer una escultura efímera.
* Voy a hundir un zeppelin.
* Voy a oir cantar al chato.
* Voy a llevar la nutria al río.
* Voy a externar mi malestar.
* Voy a hacer debutar a los mellizos.
* Voy a sacar un tren del túnel.
* Voy a poner un fax.
* Voy a hacer unos adobes.
* Prestame tu baño, voy a dejarte unos lodos.
* Voy a salvar unos pingüinos.

* Artística: Voy a pintar un angelito negro.
* Ecológica: Voy a reciclar material biodegradable.
* Filosófica: Voy a pasar de lo abstracto a lo concreto.
* Culinaria: Voy a ponerle sabor al caldo.
* Políticamente incorrecta: Voy a liberar a monseñor Medina.
* Franca: Me voy a sincerar.
* Bien intencionada: Voy a sacar lo mejor de mi.
* Coqueta: Me voy a echar agüita en los cachetes.

* Voy a mandar unos troncos al aserradero.
* Voy a evacuar neonazis.

Ustedes se sabrán algunas más, suponemos...