28 octubre 2008

Gracias al Ciruelax

Enviado por: Anónimo.

Hace cuatro días que no podia evacuar, pero una amiga me dijo que tomara ciruelax y le hice caso. La cajita decía: una cápsula al acostarse y resultados al levantarse. Me la tomé a las 23.00 y en la mañana desperté a las diez. Me levanté y nada: "Ya va a funcionar" pensé y seguí con mi vida normal.

A las 15.00 salí con mi pololo, derrepente siento un horrible dolor de estómago, pero pensé que no era nada grave, hasta que se me empiezan a salir unos gases. Acto seguido mi pololo me abraza fuerte y comencé a sentir que la punta del mojón ya iba saliendo. Cuando pensaba en qué iba a hacer, mi pololo me dice:

- Vamos a mi casita! no hay nadie alli!!-

Yo me sentí contenta, total como no iba a haber nadie llegando a su a su casa le pediría su baño ¡y listo!

Cuando llegamos abrió la puerta, entré a su living y mientras él me servía algo de beber yo partí al baño lo más rápido que pude. Cerré la puerta, me senté en el WC, rápidamente se cayeron unos gases, luego vinieron los pujidos y gemidos. Una vez terminada la obra dispuse a pararme, pero me vienen mas ganas de seguir cagando. Seguí tranquila y muy relajada cuando mi pololo golpea a la puerta y me dice:

-Mi amor ya lleva 20 minutos adentro ¿que está haciendo?

Y yo le digo que me estaba refrescando un poco, pero el responde:
-¿Cómo? si está cortada el agua.
Me viene el pánico ¿qué iba a hacer yo? Derrepente en la ducha veo como una bolsita colgando, la tomé con cuidado y con un guante de esos para hacer aseo metí adentro todo el contenido del water, y la dejé donde estaba. Me pinté los labios y me eché perfume. Salí y tuve una muy placentera tarde, jojo...

Al otro día estaban en su casa la mamá y su hermanita de 6 años, la señora lleva a la niñita al cuarto de baño y me pide a mi que la duche porque ella tiene que salir, me dijo:

-Toma, aqui esta su gorra de baño.

La miro y horrorizada veo que es la ¡¡"bolsita" del dia anterior!! fue el peor oso de mi vida, todo gracias a ¡¡ciruelax!!.

PS: Esta entretenida anécdota llegó a nuestro correo. No le hicimos mayores cambios, sólo nos metimos en la redacción y ortografía. Por cierto, con mi socio Polakín no tenemos idea lo que nuestra colaboradora quiso decir con OSO. Igual cochina la loca, con todo respeto eso sí jaja.

30 septiembre 2008

Una mañana de verano en la playa

Autor: Anónima.

Hace algunos años estaba con mi novio (actual marido) en la playa. Teníamos como 4 meses de pololeo y era la primera vez que salía con sus padres, así que tenía que comportarme como señorita e intentar agradarles en lo posible.
Los primeros días todo iba bien, pero desde el cuarto día, cuando se les ocurrió hacer una paella con más amigos, las cosas cambiaron. La verdad es que me gusta la vida social, comer y beber, pero sufro de la guata con los excesos ya que me cuesta ponerle freno.
Bueno, la verdad es que los estaba pasando cachilupi, la comida estaba exquisita, tomé varias copas de vino y como no me gustan los bajativos ni los tragos fuertes me tomé unas chelitas, que por cierto estaban heladísimas. Bien, así llegó la tarde, la noche y yo me sentía de lo mejor.
Al día siguiente mi novio tuvo que viajar ha Santiago, pero volvía en la tarde. Mientras yo me quedé sola con sus padres, que a esas alturas de la visita eran todo amor.
Tienen que haber sido como las 10 de la mañana cuando empezaron los retorcijones fatales. Voy al baño rápidamente y estaba ocupado.
Aparece mi suegra y me dice:
-No te preocupes linda, el Checho no se demora nada en el baño, además vamos al súper así que te vas quedar solita un rato.
Yo estaba entre acongojada y feliz porque iba a poder evacuar en la casa sola y con todas las ventanas abiertas.
Volví al dormitorio caminando como un pingüino y atenta a que el suegro salga del baño. Pero comienzan a salir esos malditos peos que avisan que el mierdal se viene. Ya no podía apretar más. El maldito mojón tenía la nariz afuera. Comencé a traspirar helado, se venía toda la basura consumida el día anterior y seguro sería un aluvión.
Empiezo a caminar por la habitación pensando en algo y sujetando el surullo. Mis suegros ni se molestaban en irse de la casa. Sigo apretando y siento una lágrima tibia que corre por mi mejilla. Ya estaba desesperada.
Trato pensar en algo. Miro a todos los rincones, pero no se ocurría nada, además no alcanzaba a llegar al patio. De pronto abro el clóset y aparece el milagro salvador. Una vieja caja de zapatos, con algunos cachureos adentro, ni siquiera me fijo que hay en su interior. La vacío en el lugar más oscuro del mueble, la saco y me acomodo sobre ella. Les puedo jurar que mientras salía toda esa cagada sentí un coro de ángeles que cantaba la canción de la alegría. Jajaja… en fin.
Fue un episodio bochornoso que años después se lo confesé a mi marido. El me puso una cara como desencajada y me dijo que en la caja había recuerdos de su infancia, pero le dije que todo quedó en el clóset, lo único que usé fue la caja. Me miró fijamente un rato y soltó la carcajada. Mis suegros aún no saben la historia y me moriría de vergüenza si se enteran.
N. del E: La historia fue subida tal como llegó al correo, sólo se editó la redacción y otografía.

27 junio 2008

Siento olor a caca

Por: Enrikín.

La siguiente situación le pasó a un amigo en sus años de universidad. Las locaciones y nombres han sido cambiados para proteger, en este caso, a los culpables.

Corrían los vertiginosos años 90, que de vertiginosos no tuvieron mucho, pero en fin. Un grupo de X facultad de X universidad en cualquier lugar de Chile se reunía diariamente en el césped del lugar para fumar un buen cogollo, beber chelas de litro y arreglar el mundo.

El grupito era bien heterogéneo, la Vero (media hippie, media cuica y media cartuchona, pero simpática), el Gato (amigo de todos), el infaltable Guatón, el Papito (siempre q te saludaba te decía "hola papito"), la Jime (anarca, inteligente y rica, todos queríamos darle jojo), la Carla (la rubia tonta a la q todos le dabamos ja!), el Vito (piolita y simpático, años después que egresó me contaron que salió del closet), el Jote Ramírez (el más curao y carroñero del curso), y obviamente el que relata la historia.

Habían más, pero no recuerdo sus nombres o apodos. Era un día normal de universidad, los ociosos estabamos en el pasto, los mateos en las salas, laboratorios y bibliotecas, y los políticos molestando por todas partes. Aquel día unos giles empezaron a webiar temprano y a las 12 del día ya tenían tomada la universidad. Lo sentimos por el olor a gas lacrimógeno, las sirenas y los disparos (insisto, puede ser cualquier ciudad grande de Chile).

Nosotros estabamos alejados de la entrada. Pero aprovechamos la ocasión para seguir intoxicándonos de pitos y alcohol, así que partió una comisión integrada por el Gato (pudiente), la Jime (conseguía las rebajas) y yo que era el que hacía la vaca.

Siempre hay negocios y dealer cerca de las universidades, así que rápidamente nos abastecimos de pitos, vino y chelas como para estar toda la tarde echados en el pasto practicando el hedonismo, mientras los weetas peleaban con los pacos.

Fue así que se produjo una de las weas más chistosas de mi época universitaria, lástima que no existían celulares ni máquinas digitales pa guardar la ocasión.

Recuerdo que me anduve alejando con la rucia a unos lugares más piolas, pero cerca del grupo. Ya estabamos todos intoxicados, salvo la Jime. Siempre tuve la duda sobre su consumo, pa mi que hacía como que tomaba y fumaba, porque nunca la vi arriba del balón, en fin.

Yo estaba en mis menesteres, pero atento a lo que hacía el grupo. Poco a poco fue bajando el volumen y las voces del carrete. Así que volvimos con el resto de la gente. Sólo quedamo el gato, el jote, la jime, la rubia y yo.

Además era tarde porque estaba comenzando a oscurecer. La jime dijo que conocia un lugar piola en la U para que nos quedemos hasta el otro día. Así que fuimos a comprar unos panes, más droga y alcohol. La vida universitaria jojo.

Era un laboratorio que estaba alejado y no se ocupaba hace años en la parte de atrás, donde estaban los ingenieros ñoños. Estuvimos en silencio un par de horas hasta que los guardias se fueron y entramos al lugar. Seguimos jaranenado toda la noche hasta que nos quedamos dormidos.

Minutos antes que amanezca siento ruidos extraños y despierto. Era el jote que estaba en estado casi comatoso de ebrio y volao tratando de salir del lugar.

-¿qué te pasa won?
-estoy que me cago compadre...
-¿te ayudo a salir?
-si won, por favor...

Lo levante como pude y salimos hasta un prado con matitas que había cerca. El jote apenas se mantenía en pie y trataba de bajarse los pantalones mientras se le caían lo peos. Yo estaba cagado de la risa mirando, hasta que se los bajó y realizo un torpe movimiento para sentarse.

Acto seguido el won soltó la media cagá, fue con un chorro y luego como un par de kilos que formaron un mini pantano de mierda en la grama. Pero el weon estaba tan curado que se cayó sentado encima de su plasta mientras yo me cagaba de la risa.

El won se desmayó encima de la caca y yo entro al lugar para buscar ayuda de mis otro partners, pero me encuentro con la desagradable sorpresa que solo quedaba la Jime. La despierto y le cuento. Ella, además era muy buena amiga, le dio pena y me obligó a ayudar al weón.

Puta, como les explico, nos acercamos al jote y se me vienen las arcadas. Vomité hasta el hígado. El olor a mierda era insoportable. Mientras la Jime me decía que yo era un weón mina pa mis weas, lo que me dio un poco de fortaleza y me obligué a actuar. En eso unos metros más allá veo una manguera y como el jote se había desmayado encima de la mierda y con los pantalones abajo, le propongo a la jime que lo magueriemos, a lo que ella accede gustosa...

Le sacamos la ropa, procedimos a bañar al won. A esas alturas ya era de día. limpiamos como pudimos sus ropas y lo volvimos a vestir. El won tenía un extraño olor entre pasto, agua y un poquito de caca. Nos quedaba una chela así q se la vaciamos en la parte más cagada de de su humanidad, total ya estaba mojado. Luego de tanto webeo, el loco despertó de frío. Nos miró con su cara de niño inocente...

-¿qué weá pasó... siento olor a caca... me cagué...?

Con la jime nos miramos y agutamos la carcajada. Ella rápidamente contestó.

-Estabamos saliendo y pisaste caca, te pusiste weón y empezaste a limpiarte con la maguera y quedaste todo mojado, todo eso te pasó de curao.

El jote se rió y dijo, puta que me pongo weón con trago. Y los tres volvimos felices a clases.

Con la jime nunca le contamos a nadie lo ocurrido, no sé por qué debido a q la anécdota fue de lo más graciosa y asquerosa. Bañamos a un weón cubierto de caca en el césped de la universidad. Al jote menos le contamos. Nunca se supo esta historia hasta ahora. Así que jote, onde quiera que estés, si lees esto... saludos compadre.


FIN

18 junio 2008

Por culpa de los spankys

Por: Akgar Team.

Antes que todo, queremos aclarar que estás a punto de leer una historia que roza lo... digamos, erótico pornográfico, quizás triple X. Nos da lo mismo, pero como a pesar de escribir de mierda somos hueones concientes, queremos partir avisando... así que si tenís menos de 15 años, o no tenís un criterio formado, pues... mejor lee otra hueá. ¡Niños! no se les ocurra poner esta historia en el mural del colegio.

Bueno... queridos lector@s, amigos y amigas. Lo que viene a continuación es la historia de uno de nuestros socios, que de paso les aviso, ya nos había contado algo increible hace un tiempo atrás.

Ya habíamos dicho que el tema caquístico y el ámbito sexual por lo general nos entregan situaciones extrañas. Además de eso los hombres no tenemos muchos filtros a la hora de buscar algún, digamos, agujero por donde introducir parte de nosotros, más aún si nuestro cerebro está obnubilado por los vapores etílicos o cualquier otra weá que nos haga volver a nuestros estados más primates. Aquí el relato:

En una de esas salías turbias, estaba con una jermu haciendo la especialidá de la casa, el llamado "doblete familiar", que pa que me entiendan vendría siendo la utilización de los dedos índice y medio por la entrada oficial y el pulgar por behind.

El ambiente era distendido, alcohol y cuetes eran nuestros compañeros, y el cuarto oscuro era el escenario de una agitada sesión de sexo sucio, animal y sin tapujos. Como debe ser ¿no?

En el mismo instante del atrevido "doblete familiar", me da por aplicar "spanky" y pah! cachuchazo uno tras otro aumentando los gemidos de la doncella, la cosa se pone más hiperventilada y al parecer debido a la emoción, se me fue el pulgar más adentro de lo normal y sentí una bizcocidad exagerada.

La metía fue demasia'o profunda y pa cuando me di cuenta, tenía hasta los nudillos embetunados.

Con la vergüenza (entiéndase ascocalentura) no atinaba pa salir airoso del asunto sin perjudicar el momento y honor de la chica... así que decidí aplicar sábanas pa limpiar la mano y terminar de una con el incómodo momento Kodak.

Cuento corto... luego de la cátedra de sexo intenso en el cuarto oscuro, nos tiramos a dormir y descansar en la desordenada cama. Al día siguiente despertamos aturdidos y orgullosos, con la misión de retirarnos del lugar. Mientras nos vestiamos con mi satisfecha compañera, nos percatamos trágicamente que... en realidad no me limpié la mano cagá con una parte de la sábana, sino que con la blusa que yacía tirada en la cama. ¿Qué iba a saber yo? No distinguí... tomé lo primero que encontré pensando que era la ropa de cama.

Imperdonable. Mi socia se retiró con sostén y blazer, ni cagando se ponía la blusa con caca.

Como ven... tenemos amigos finitos. Pero lo queremos.

Reflexionando podemos aconsejar algunas cosas:

- Amigos y amigas, si pueden, traten de no dejar tirada sus prendas en la cama.
- Amigos, mantengan siempre un rollo de papel higiénico cerca o un paquetito de pañuelos desechables.
- Amigas, si salen con nuestro protagonista, traten de que no pierda el control.
- Niños, se supone que no iban a leer esta hueá!

N. del Editor: No nos hacemos responsables de la historia. Todo lo contado acá es de exclusida responsabilidad del weón cochino que nos la contó.

(2)N. del Editor: Aprovechamos de saludar a Polakín, que hoy miércoles 18 cumple sus 25 años. Felicidades Polakín.

05 junio 2008

Diga caca mijita, nadie se va a enojar

Por: Enrikín.

Tras ver el Informe Especial con el tema de las cochinás en los moteles y hoteles de Santiago, me quedó más que claro que es importante el tema de la caca, especialmente en el ámbito de la higiene. Y este blog no sólo es para contar anécdotas, aventuras e historias graciosas, aquí también nos damos el tiempo para reflexionar.

Pese a que no tengo mucho carrete en moteles (siempre viví en dpto solo), me imagino que no debe ser muy gracioso ir a follar encima de un lugar que tiene caca y otros fluidos corporales, y aunque no los ves, sabes que las hueás esas están ahí donde cabalgas. De hecho, ya es desagradable ir a restoranes, pubs o cualquier lugar público y encontrarse con los baños llenos de mierda y meao por todos lados.

Volviendo al informe especial de la periodista Paulina de Allendes Salazar, también me llamó la atención el lenguaje técnico de la coleguita, se creía una de las minas ricas de la serie CSI (sin perjuicio de que está como pa Contacto), disfrazada de criminalista, con un toque demasiado parafernálico pa una investigación que busca bichitos en lugares donde la gente folla. Pero bueno, siendo Informe Especial, podriamos dejarlo pasar.

Sin embargo no pude dejar de reparar en el lenguaje técnico, no lo encontré acordé al público objetivo, de los moteles al menos ¿Quiénes se pegan motelazos? Universitarios, secretarias y sus jefes, amantes, parejas relativamente jóvenes, clase media en general y por ahí una que otra excepción despreciable. No es por mirar en menos, pero con cuea ese tipo de gente cacha qué significa “fecas”, sin embargo la coleguita fue demasiado culijunta, y pese al horario no se tomó la molestia de decir “CACA” en ninguna parte donde encontraron mierda.

Si hasta el infumable pasquín LUN sacó un tema con el reportaje de IE, en el cual se destaca la presencia de asperguillus y fusarium, que no son otra cosa que hongos que dejan las patas como coliflor o pueden provocar infecciones vaginales. Pero en ninguna parte del pasquín hablan de "CACA", y en varios de los locales revisados se encontró residuos de feca humana en sábanas y cubre camas, que no es otra weá que mierda.

Querid@s lector@s, me quise detener en este aspecto debido a la cantidad de barbaridades que se habla hoy en la tele y me llama la atención que en un programa que trata de “informar” al vulgo no use palabras que son de uso cotidiano. ¿O acaso nunca nadie le ha dicho a un niño? ¡no toques eso que es caca! Si lo podemos decir a un infante por qué la coleguita de TVN se puso cartucha y no habló en buen chileno ¿idiosincrasia? ¿línea editorial del medio? ¿de pura cuica?

Espero que saquen sus conclusiones amiguitos/as.

PD: Polakín me insiste en que les recuerde que él, ya aclaró hace bastante tiempo, que gracias a sus medidas de higiene, no es de los que deja caca en las camas de los moteles.

23 abril 2008

La vida en pareja te da sorpresas

Por: Enrikín.

Las historias de pareja son casi siempre secretas, de a dos, a menos que los susodichos se separen y cada uno por su lado después andan dejando mal al o la otro/a. Pero este no es el caso.

La siguiente historia la escuché en un bar, en momentos en que tres amigos confesaban sus aventuras sexuales más turbias. Por lo que me pude dar cuenta los tres pasteles eran casados, pero entre ellos se notaba una amistad de años por la confianza de sus relatos. Nunca se percataron que en una mesa a lado de ellos otro pastel con orejas de radar escuchaba sus tonteras.

La verdad es que no contaban nada nuevo respecto de lo que conversamos entre amigos. Hasta que uno de ellos hizo una pausa de esas “amigos míos me enamoré…”, pero fue para hacer una descabellada e hilarante confesión.

El tipo empezó relatando que en los pocos años de matrimonio había logrado un gran fiato con su esposa. Tenían mucha confianza y siempre trataban de hacer cosas nuevas en la intimidad.

Pasaban así sus momentos maritales hasta que en una oportunidad ambos estaban conversando en la cama, sólo con ropa interior y pasó algo gracioso, por lo que los dos comenzaron a reír.

Todo iba a bien, hasta que la mujer se para de la cama y, aún riendo, se agacha a recoger algo, acto en que se le cae un sorpresivo gas, el que además salió con un resto de challa. Tal situación provocó que la risa de su pareja se transformara en un ataque de carcajadas de esos que no pueden parar.

El tipo cuenta que su mujer tiene muy buen humor y que además es más caliente que diablo con tifus. Tras la graciosa escena la mujer dijo que iba a ordenar la ropa del suelo y la llevaba a lavar. Pero para sorpresa del sujeto la graciosa mujer le lanzó el siguiente desafío:

-En el baño me quitaré las pantaletas cagadas ¿Serás capaz de olerlas?

-jajaja… tú eres weona, nunca tan cochino…

A lo que la desafiante mujer le responde. –Jamás pensaría que por oler los calzones cagados de la mujer que amas seas un cochino. Además, hay olores que por desagradables que sean, pueden lograr excitar a hombres y mujeres.

El tipo comenzó a justificarse ante sus amigos. Que se había calentado con el desafío, que mientras su mujer le hablaba había tenido una erección, que había sentido curiosidad y sus amigos lo empezaron a webiar, porque ya sospechaban para donde iba la historia.

El tipo sigue con su relato. Mientras mi linda mujer estaba en el baño siguió con su acoso sexual.

Ya poh, ven a oler mis cagados, me decía del baño. Además estoy desnuda así que podría ser interesante. Me amenazaba la loca.

-Ya poh amor, también están olorositas a sudor ¡Ummm, que rico huelen, son excitantes!

De pronto entra completamente desnuda ala habitación y me tira los colzones cagados a la cara. Quedé pa´entro, no sabía si enojarme o reír. Me pilló de sorpresa. Yo agarré de forma inconciente los calzones. Mientras ella hizo un movimiento de baile erótico en la puerta de la pieza.

No van creer won, mientras miraba a mi mujer no pude evitar ver los calzones cagados y me empecé a calentar. De pronto y sin siquiera pensarlo, acerqué la prenda cagada a mi nariz y comencé a olisquerla. Era una mezcla de heces, orina y sudor.

Para gran sorpresa mía, algo que a cualquier mortal le provocaría un asco vomitivo en circunstancias normales, incluso a mí, en ese momento me producía una reacción de placer que no puedo explicar, fue tanta la calentura que me fui sin siquiera sacar la tula del calzoncillo.

Ni siquiera me di cuenta que mi esposa se estaba duchando. Cuando llega a la cama me pregunta qué me pasa y le cuento de la eyaculación que tuve con los sus olores naturales. La respuesta de ella fue un ataque de risa y terminamos teniendo uno de los mejores follones de nuestra relación.

Ahora, cada vez que quiera felpearla, voy a la ropa sucia y busco sus calzones para excitarme. Estoy cagado weón, me gusta oler su caca, me calienta, me vuelve loco. Y como complemento provoca que tenga las mejores escenas de sexo con mi mujer… y todo gracias a unos calzones con frená de camión.