28 septiembre 2010

Humillados hasta llorar


Por: Enrikín.

Una de las experiencias más indignas por las que puede pasar un hombre es cagarse hasta el cuello en un lugar público. La historia que les voy a contar sucedió en un pueblito perdido del sur. Pero también pudo haber ocurrido en la zona central o en el norte. La cosa es que ha pasado de boca en boca por años.
Sin embargo, este humilde servidor obtuvo una versión de primera fuente. Es decir, de alguien que aquella nefasta noche estuvo presente en el sitio del suceso. Los hechos acaecieron una madrugada de semana, cuando los prostíbulos de pueblitos son menos visitados. Fue una noche fresca de verano. Los susodichos eran viejos amigos de parranda, que andaban celebrando un negocio que les había resultado.
Antes de visitar el mejor lenocinio del lugar, los dos protagonistas, que vamos a identificar como Lucho y Víctor, se zamparon una pulmai (curanto en olla) con todo lo que lleva, carne de cerdo, pollo, mariscos, pescado, chapaleles, milcaos, etc. Todo lo anterior adornado con flecos como vinito tinto y del otro, pebre cuchareao, ensaladas, el caldo del cocimiento. En fin, sus estómagos quedaron tan llenos de comida.
Lucho y Víctor eran asiduos al lugar nocturno, por lo que gozaban de algunos privilegios de cliente frecuente.
Estaban de lo mejor, acompañados por cuatro chicas voluptuosas y emparentadas de forma directa con Bob Esponja, las chiquillas tenían más sed que pirata con diabetes.
Cuento corto, nuestros comensales tomaban como que el mundo se iba a acabar. Luego de varios bailes movidos a Luchito le vinieron lo retortijones, por lo que disimuladamente pidió a una meretriz un baño que no sea público.
Con la convicción que se lo iba a llevar a las habitaciones luego del baño, la muchachas lo guió a un servicio que ocupaban ellas. Nuestro ebrio amigo le dijo que se iba a demorar un poco. Así que la niña se volvió a la mesa.
Se le venía la noche a nuestro héroe. Para empezar el lugar no tenía luz, así que empezó a buscar la taza con un encendedor. Al mismo tiempo se da cuenta que no hay papel, que hay un par de zurullos flotando en el váter, además no había agua en el estanque. O sea, todo mal.
El tipo no aguantaba el vendaval de mierda que se venía, así que trató de pensar rápido y vio la tina de baño. Dio el agua y se acomodó con los pantalones abajo para poder evacuar todo. Algunos sólidos deben haber tapado el desagüe, por lo que se empezó acumular caca y el vital elemento. Pero lo peor estaba por venir. En cosa de segundos su amigo entra muy compungido al lugar.

-¿Estás ahí weón?
-Si, estoy cagando en la tina porque la taza está mala.

Ese fue el breve diálogo y acto seguido el segundo cagador pierde el equilibrio por su estado etílico y la oscuridad. Se va encima de su amigote. Cuando ambos están en la tina sobre esa asquerosa mezcla, el cagador 2 suelta su esfínter. Sin contemplación se caga y se mea sobre el evacuador 1.
Dentro de la borrachera se empiezan a revolcar en la tina para tratar de pararse, pero los pantalones a media asta impedían que se puedan incorporar. Cuando ya estaban completamente cubiertos de mierda aparecen dos de las chicas.
Como todo lugar de dudosa reputación, el sistema de la luz tenía una maña. Las chicas alumbraron el baño, pero ipso facto salen corriendo con el buitre en la boca al ver semejante escena. Avisan a los “ayudantes” (dos matones y un fletito) y la tía les dice que busquen la alfombra vieja que hay en la bodega.
Nuestros contertulio aún no salían de la tina cuando llegan los otros tipos con la alfombra, se la ponen encima y los envuelven cual lulo de tamaño familiar. Entre los tres los llevaron hasta la puerta principal y fueron lanzados a la calle tal cual.
El testigo que me relató la triste historia dice que los vio en la calle cuando se incorporaban de tan humillante acto. Ambos lloraban mientras trataban de subirse los pantalones y se limpiaban como reflejo condicionado. Estaban cubiertos de mierda. Según cuentan, Luchito y Vitoco jamás volvieron al lugar.

9 comentarios:

rafiz_glam dijo...

Que atroz, lo pero de esto es ver a una "señorita" bajo la lluvia cagada hasta el cuello y sin la capacidad de modular por lo ebria que esta...

Increible jajaj genial su entrada¡¡

Anónimo dijo...

http://tengounsecreto.cl/cague-en-casa-de-mi-polola-y-estaba-malo-el-water/

Anónimo dijo...

volvio a cagar esto =(

luke dijo...

a mi me paso en casa de una gringa

luke dijo...

les puedo mandar la historia

Sergio Poato dijo...

JA gracias por la hsitoria la risa . Me paso algo parecido sólo que en casa de una compañera de estudio!! después de aguantar un viaje de 20 minutos en el transporte público
Saludos!!
Sergio Poato
www.mejorfuturofamiliar.com.ar

André dijo...

esta historia me da ganas de cagar, muy buena :P

Anónimo dijo...

Ostia puta, me he descojonado de risaaaaaaa juas juas.

Anónimo dijo...

Ver "Hugo Miranda cagando 2" en YouTube - https://www.youtube.com/watch?v=jNYSJnLnBkc&feature=youtube_gdata_player

En este vídeo podemos observar a un chico disfrutando de un acto tan natural como cualquier otro