09 febrero 2006

La novia

Por: Enrikín.

A la hora de hablar de soltar un peíto pa relajar los intestinos o echar una notable cagada en aquel espacio vital que conocemos como baño, siempre lo tomamos del punto de vista personal, pero yo me cuestiono ¿qué pasa con la pareja? ¿no comparten un sabaneo de peíto? ¿no hablan de la exquisita cagada que se pegaron en la pega o en un carrete?.

Está claro que es un tema muy personal, que además, si existe confianza y complicidad, más allá de la pareja, nadie sabrá lo que hacen en su intimidad.

Pues bien, en mis años de universidad tuve una polola-amiga-cómplice-conviviente, con la cual estuvimos juntos un año (lo bueno dura poco).

Para los efectos de contar la historia sólo la voy a identificar como la novia.

Con ella logré entablar una especial relación, quizás porque éramos muy parecidos y a la vez muy distintos. Ella era la chica rebelde y artista que venía de una familia cuica hasta el tuétano (la novia no tenía nada de cuica, excepto los apellidos vinosos) y yo el weón idealista y soñador que venía de clase media con papás profesionales. Una mezcla explosiva, por decir lo menos.

Cuento corto, luego de pasar por todos los juegos sexuales, experimentación con alcohol y otras sustancias volátiles, nos fuimos afiatando hasta que parecíamos uno sólo, nos mimetizamos.

Era bastante extraña la relación. A veces cada uno salía por su lado, con su propio grupo de amigos y terminábamos en la cama ebrios y pelando a nuestros compañeros (estudiábamos distintas carreras).

No recuerdo si fue de noche o una mañana. La novia dormía plácidamente y yo no aguanté esa deliciosa sensación de sabanear un peo. Lo hice, muy piola, pero lo hice.

A los 30 segundos ella se incorpora y me dice, de un forma muy tierna, eres un weón cochino, pero adorable. En ese momento, me reí, la besé y me sentí muy enamorado.

Desde aquel sabaneo, nuestros aparatos digestivos tuvieron momentos de alegría plena debido a lo relajado de nuestra relación.

La novia fue la polola más linda que tuve en la universidad. Por cierto, cagaba bastante hediondo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que si eres capaz de tirarte peos frente a tu polola, y ella deja q la veas mear, estas a un paso del matricidio...

Buena historia, buen blog, lo estoy publicitando ;D

Emerson dijo...

Queriamos decirles, que el equipo de Akgar les agradece el apoyo y los comentarios que han posteado en el blog.

Esperamos que nos sigan visitando, tal y como lo han hecho hasta ahora.

Recuerden que pueden enviar aportes a akgarblog@gmail.com

Gracias muchachos y muchachas... queda mierda para rato.


Enrikín y Polakín.

Anónimo dijo...

Les falto el s/a/c/d/p/c

Anónimo dijo...

Hasta la mierda tiene su lado tierno...

Anónimo dijo...

ahhhh, si hasta el título del blog lo dice "La belleza de cagar", aunque en este caso sería algo así como "La belleza de cagar-se" jojo.

No te imaginaba ese lado dulce Cyranín.

Anónimo dijo...

jajjajaja
aajajajajaja
jajajaja
por la cresta, no puedo dejar de reirme
este si que es un gran tema para un blog
jajajaja

Un blog demasiado bueno

young_supersonic dijo...

JA, JA, JA. SINGULAR PERO DIVERTIDA APUESTA.
YO SUFRO DE COLON IRRITABLE Y PASO ENE DIFICULTADES PA TIRARME PEOS A VECES.
PERO X NADA DEL MUNDO LE SABANEARÍA UN PEO A UNA POLOLA.
NO SÉ CÓMO LO HARÉ CUANDO ME CASE.. JE JE JE.
SALUDOS

Anónimo dijo...

q tierna historia csm =')